Estrenamos nueva escuela!!

Si quieres estar bien.

Si quieres cambiar tu vida.

Tienes que empezar de nuevo.

Pero, ¿cóooooomo?

Empezando por el principio y reconociendo que no sabes cómo.

Pero no es tu culpa, ni mía, porque nadie nos ha enseñado.

Sin quererlo y sin saber cómo, actuamos muchas veces como nuestros peores enemigos. De lo contrario, no estarías aquí, leyendo esto, y yo no estaría aquí contándotelo.

Pero, ¿por qué? ¿Cómo hemos llegado a esto? Y, sobre todo, ¿cómo podemos solucionarlo?

Los Conflictos Emocionales

Escrito por Ismael Bermúdez

3 septiembre, 2019

Los Conflictos Emocionales

Los conflictos emocionales son el resultado de nuestras respuestas automáticas ante los hechos cotidianos que no logramos gestionar de una manera positiva. ¿Quieres saber cómo liberarte de ellos?

Los conflictos emocionales se generan debido a nuestra reacción inconsciente ante lo que nos ocurre en el día a día. Es decir, son el resultado de nuestras respuestas automáticas ante los hechos cotidianos que no logramos gestionar.

El EGO: Estado Condicionado o Inconsciente

Nuestro inconsciente está lleno de creencias y paradigmas que heredamos de nuestros padres y reforzamos en nuestro entorno social, familiar, educacional, religioso, etc. Son nuestras “verdades asumidas” que rigen nuestro mundo y nos condicionan para responder de una determinada manera.

El problema radica en que la mayor parte de estas creencias son inconscientes, por tanto no las conocemos, y son la base sobre la que se construyen nuestras experiencias.

Eso quiere decir, que no somos nosotros quienes gestionamos nuestra vida, sino que son nuestras creencias quienes lo hacen, llevándonos incluso a actuar en contra de nuestros valores o principios.

¿A quién no le ha pasado que ha aprendido de memoria el recorrido que hace todos los días a un determinado sitio (trabajo, universidad, parque…), y cuando surge la ocasión en que debe variar su ruta para ir a una reunión o una cita, se descubre a sí mismo yendo por el camino de siempre y teniendo que rectificar y hasta darse vuelta?

 

Esta anécdota es muy ilustrativa de una respuesta inconsciente o automática que nos lleva a hacer lo mismo de siempre, a pesar de que no es lo que queremos ni necesitamos.

Lo mismo sucede ante la interpretación de un hecho externo, reaccionamos según nuestra experiencia pasada, que depende de esas creencias, impidiéndonos observar la realidad tal como es y así responder de una manera consciente.

¿Cuántas veces no te ha sucedido que has juzgado un hecho como negativo, de acuerdo con tu experiencia, y después ha resultado que no era así? Y viceversa, con un hecho que parecía positivo…

Respuesta condicionada: Pensamiento, emoción y sentimiento automáticos.

Con cada interpretación que hacemos, se dispara una secuencia que incluye pensamientos, respuestas emocionales y sentimientos.

Como nuestras creencias nos condicionan para que enjuiciemos en términos de bien o mal, de negativo o positivo, cuando ocurre algo que no nos gusta, se dispara una reacción de pensamientos y emociones negativas y estresantes, que se transforman en sentimientos físicos de odio, enojo, ira, rabia, etc.

Sin embargo, estos sentimientos nos pueden llevar a la pérdida de control e incluso a la agresión y sabemos que eso “no está bien”, que no es aceptable.

Se produce entonces una nueva respuesta automática y los enmascaramos, transformándolos en otros sentimientos que sí podemos aceptar como la pena, la tristeza, la decepción o la angustia. Y concluimos que estamos tristes, que nos sentimos vacíos, que nos sentimos angustiados o que estamos sufriendo.

Este proceso automático, que explicamos en pasos sucesivos para que se entienda, en realidad se trata de una respuesta simultánea de la que no nos enteramos y por eso no gestionamos.

Cada nueva “experiencia negativa” no gestionada agranda el conflicto emocional interno, lo prolonga en el tiempo y puede terminar en un proceso de somatización y enfermedad.

Lo que vemos fuera es una proyección de lo que tenemos dentro.

Nuestras creencias nos llevan a ver la realidad no como es, sino como nosotros creemos que es. Por tanto, la interpretación de lo que nos ocurre tiene más que ver con quienes somos que con lo que realmente está sucediendo. 

Por eso, cada persona vive las situaciones de manera de distinta. No por lo que las situaciones son en sí mismas, sino por la manera de ser, la personalidad que cada cual tiene.

En realidad, todas las situaciones que vivimos son oportunidades que nos pueden ayudar a ver las creencias, prejuicios y paradigmas inconscientes que tenemos y que se ven reflejados en nuestra manera de interpretar dicha situación.

Es decir, toda situación que vivimos como un conflicto surge como una gran posibilidad para que nos demos cuenta de los conflictos internos que hemos acumulado de manera inconsciente y así los podamos liberar. De lo contrario, seguiremos acumulándolos.

La Conciencia: Estado de Libertad o Consciente

Seguro que te ha pasado en alguna ocasión en la que has sido capaz de “controlar” una de esas respuestas viscerales que a veces tenemos. Has sido capaz de observar cómo se iniciaba, cómo tu estómago se revolvía y todo tu cuerpo se disponía a responder. 

En esa situación tuviste un momento de consciencia que te permitió tomar una decisión: reaccionar o no. Por eso el estado consciente es un estado de libertad, pues nos permite elegir.

La gran duda entonces es si somos como somos y no tiene remedio o si se trata de comportamientos aprendidos y se puede desaprender.

Durante mucho tiempo hemos creído que la personalidad era algo fijo y que “es muy difícil cambiar”. La sabiduría popular está llena de refranes que lo corroboran: “La cabra tira al monte”, “De la cuna a la sepultura”…

Al creer en una forma de ser fija, en realidad lo que hacemos es corroborar las creencias y paradigmas limitantes adquiridas y frenar nuestra evolución natural. Es decir, vivimos determinados por las experiencias de nuestro pasado y seguimos actuando ante lo que ocurre de la misma forma que lo hemos hecho siempre.

Con nuestro comportamiento determinamos que nada ha evolucionado en nuestra vida y en nosotros mismos; que no hemos aprendido nada que nos permita interpretar un hecho de forma diferente y dar una respuesta distinta.

Si es así, Joe Dispenza en su libro “Deja de ser tú” lleva toda la razón cuando dice “nuestra rutina cotidiana y los pensamientos y sentimientos de siempre perpetúan el mismo estado del ser, el cual crea las mismas conductas y la misma realidad. Si queremos cambiar algún aspecto de nuestra realidad, tenemos que pensar, sentir y actuar de nuevas formas, tenemos que «ser» distintos en cuanto a cómo respondemos a las experiencias.” Pues de lo contrario, 

“nuestro pasado se está convirtiendo ahora en nuestro futuro”.

Respuesta Consciente: Observa, siente, acepta y libera.

[[Hay una película, Atrapado en el tiempo, de Harold Ramis que recrea de manera magistral lo que significa vivir dentro de un día sin tiempo que se repite una y otra vez. Si no las has visto, es 100% recomendable.]] 

¿Cómo salimos de ese círculo vicioso que va desde el pasado hacia el futuro, impidiéndonos vivir el presente y, por tanto, sentar las bases de una nueva vida?

La respuesta es muy simple…, saliendo del estado inconsciente en el que vivimos. Y para ello, es fundamental que seamos capaces de no reaccionar de forma automática ante lo que nos ocurre.

Si lo que vemos fuera es reflejo o proyección de lo que somos, de nuestras creencias, podemos empezar a observarlo para aprender sobre nosotros mismos y superar esa actitud de víctima de las circunstancias.

Es decir, dejar de identificarnos con aquello que creemos que somos y que creemos que es la realidad, y empezar a observarla como si fuéramos los espectadores de nuestra propia película. Porque de este modo, tendremos una mirada más panorámica, más amplia de la situación.

Seremos capaces de observar nuestra mente y sus pensamientos, después nos abriremos sin miedo a sentir las emociones y los sentimientos que surgen. Por último, al no emitir ningún juicio sobre el proceso completo, evitaremos que se queden dentro de nosotros, alimentando un conflicto emocional.

Al observar nuestros pensamientos, entenderemos por qué surgen y la creencia que los origina.

Al abrirnos a sentir las emociones que se disparan desde los pensamientos y el sentimiento posterior, seremos capaces de comprender que se trata de una respuesta directa de nuestra mente inconsciente.

Es decir, dejaremos de identificarnos, de creer que somos esa reacción y que esa es nuestra forma de ser. Podremos aceptar toda la cadena de respuesta (porque la comprendemos) y dejarla ir, liberándonos.

Autogestión Consciente

Nuestra conciencia nos permite vivir y autogestionarnos de una manera consciente.

Nuestra conciencia nos permite darnos cuenta que esta vida tiene mucho de experimentación y juego, de aprendizaje constante, de expansión y autodescubrimiento.

Cuanto más rígidos y establecidos creamos que somos, menos posibilidades tendremos de abrirnos a seguir descubriendo nuevas posibilidades y potencialidades dentro de nosotros. Menos posibilidades tendremos de ejercer lo que en esencia somos, seres creativos.

Limpieza de Conflictos Emocionales

Si crees que estás viviendo importantes interferencias en tu vida, fruto de los Conflictos Emocionales acumulados, permítete la oportunidad de descubrir cuáles son esos conflictos y cuál es su origen. La liberación de conflictos emocionales es el prmier paso a una vida más plena y consciente.

Artículos relaciondos

El Hara: sentir el contacto con la tierra

El Hara: sentir el contacto con la tierra

La vida es maravillosa, pero no la aprovechamos porque «nos incomoda y nos duele demasiado». Por eso, acabamos evadiéndonos y viviendo en nuestras ilusiones mentales. El problema es que de este modo nos desconectamos de la tierra y no podemos hacer ningún cambio, para que nuestra vida sea diferente…

0 Comments

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Pin It on Pinterest