Estrenamos nueva escuela!!

Vivimos la época de mayor comodidad y confort de la historia de la humanidad.

¿Por qué entonces nos sentimos tan desdichados, tan vacíos, tan angustiados? Y, ¿por qué cada día estamos más enfermos?

De hecho, nuestras vidas son más longevas, pero no porque sean más saludables, sino por la cantidad de medicamentos que consumimos.

¿Por qué el índice de suicidios es más alto en países con mayor nivel de desarrollo y de comodidad?

Parece que la comodidad y el desarrollo no son sinónimos de bienestar…

Es más, vivimos soñando con innovaciones que resuelvan los problemas que hoy padecemos y no nos damos cuenta que siempre fue la misma historia: una búsqueda sin descanso que nos permitió descubrir la electricidad, tener agua potable, viajar en avión, ver y hablar con cualquier persona de cualquier parte del mundo al instante, etc., etc., etc.

Y, ¿somos más felices por eso? ¿Tenemos vidas más plenas y equilibradas?

La “mentira” de cualquier tiempo pasado… 

El tiempo es una ecuación muy simple: una suma de momentos presentes

Es así como a través de la acumulación de momentos presentes, el tiempo se mueve hacia adelante, se expande y aparece lo que llamamos el pasado, al mirar hacia atrás, y el futuro, como posibilidad.

Cada momento presente es consecuencia o resultado de la suma de los momentos presentes anteriores.

Por tanto, el futuro, que es solo un momento presente que aún no ha llegado, será consecuencia o resultado de la acumulación de todos los momentos presentes que le precedan.

Cuando este proceso es inconsciente, estamos condenados a que nuestro presente sea una infinita y constante repetición de nuestro pasado, porque no somos capaces de darnos cuenta de los patrones y programaciones mentales que nos llevan a interpretar la realidad de la misma forma y, por tanto, a seguir actuando igual.

Vivir desde el miedo

El Ego nos invita a vivir dentro de la tiranía del tiempo que se repite una y otra vez, convirtiendo nuestra existencia en un sufrimiento que nunca se acaba.

¿Cómo lo logra?

Muy sencillo, introduciéndonos en un bucle sin fin en el que vivimos lamentando lo que fue y temiendo lo que podría ser.

No hacemos otra cosa que mirar hacia atrás, hacia lo que fue, aterrorizados. Nos paralizamos, dejamos de ver cualquier otra opción y, entonces, el pasado se convierte en todo, incluso en nuestro presente y en nuestro futuro.

Es decir, creamos una profecía autocumplida que nos impide vivir el presente, dado que estamos pendientes de lo que podría suceder un momento después, debido a nuestras terribles experiencias que vivimos un momento antes.  

Vivir desde la confianza

¿Cómo paramos esta condena? ¿Cómo logramos que nuestro futuro deje de ser una repetición de nuestro pasado?

Actuando en el momento presente, pues es el único que existe.

Cuando nos abrimos a experimentar y aprender de lo que nos ocurre en el momento presente, descubrimos cuáles son nuestras reacciones, nuestros patrones, nuestras creencias inconscientes.

De este modo, logramos entender por qué nuestro pasado ha sido así y nos liberamos de él.

Al hacerlo, se producen tres resultados simultáneos:

• Liberamos nuestro momento presente al darnos cuenta y comprender los patrones que se venían repitiendo.
• Dejamos de temer a lo que pueda ocurrir, pues somos conscientes que tiene un porqué y un para qué.
• Empezamos a vivir el presente como un lugar y un espacio únicos de experimentación y aprendizaje. 

Es decir, decidimos quién queremos ser en el ahora, independiente de quién hayamos sido antes.

Así, se fortalece la confianza en nosotros mismos y somos capaces de:

• Afrontar cada momento como una oportunidad.
• Anular el miedo a la incertidumbre y al cambio, que nos amarra a “lo conocido”. 

En ese momento, hemos transformado el bucle en un tiempo y un espacio de creatividad e ilusión que se expande sin fin, y cada paso del camino es una nueva aventura.

Salir del Ego para vivir el momento presente

Como hemos visto, vivir desde el ego es sinónimo de vivir desde el miedo, la duda, la incertidumbre y la limitación, pues vivimos más pegados en lo que fue.

Nos impide ver y sentir la realidad tal cual es, con todas sus posibilidades, pues la cubrimos con el velo de nuestras programaciones mentales inconscientes, y terminamos actuando de la misma manera que siempre lo hemos hecho.

Einstein decía que locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados distintos.

Pero para hacer algo diferente tenemos que “ser” alguien diferente. Es decir, desarrollar un Estado del Ser nuevo, una Forma de Ser nueva.

Y esto se logra cuando somos conscientes y nos damos cuenta que:  

• Nuestra personalidad de hoy es solo una posibilidad que puedo cambiar.
• Los conflictos externos que vivo son reflejo de conflictos internos que tengo y los atraigo para lograr verlos y liberarlos.

Cuando soy consciente, vivo el momento presente y soy capaz de gestionar mis pensamientos, mis emociones, mis sentimientos y mis acciones de una manera coherente.

Cuando soy consciente, el pasado es algo que quedó atrás, superado, y el futuro no es algo importante, pues confío en mí mismo y en cómo abordaré cada momento presente que esté por venir.